lunes, marzo 03, 2008


EL DOLOR
Hoy en la radio he escuchado unas palabras que me han dejado aterrado. El consejero de presidencia de la comunidad de Madrid, Don Francisco Granados Lerena, en un mitin de la campaña eledtoral y refiriendose a la desmontada teoría de las eutanasias en Leganes, ha dicho(en realidad ha gritado) que mientras el PP gobierne en Madrid ninguna persona morirá sedada en ningún hospital de la comunidad. Es decir, morirá con dolor. Morirá rabiando y maldiciendo. Retorciendose, haciendose sus necesidades encima. suplicando que la muerte le libre de la tortura del dolor. Perdiendo su dignidad como ser humano y haciendo sufrir a todos aquellos que le quieren y que tendrán que asistir a su agonía brutal, impotentes, quedando marcados para siempre por ese terrible hecho.
Estamos en el siglo XXI. La ciencia ha conseguido librarnos de las enfermedades que nos diezmaban apenas hace cien años, ha acabado con las infecciones y las epidemias, ha conseguido que vivamos más, mejor y más felices, pero aun hay algunos oscuros talibanes que quieren como en el precepto bíblico, que suframos en silencio los males que ¿Dios? nos envía. Que nos resignemos como Job. Que paramos con dolor y muramos sufriendo estoicamente.
Desde aquí les digo que se miren en el espejo y se pregunten qué o quien les dá derecho a fiscalizar nuestras vidas y nuestras muertes. Quien les ha erigido en juzgados de nuestras libres decisiones. Quien les ha dado vela en nuestro entierro.
Me gustaría verlos con un cancer terminal de higado suplicando un lenitivo para su dolor y que ningún alma caritativa, como las del personal del Hospital de Leganés, les ayudara a aliviar su transito con aquello que la ciencia ha puesto a nuestro alcance.