sábado, noviembre 15, 2008

Happy People Dancing on Planet Earth

MATT HARDING, EL HOMBRE QUE BAILA.

Matt Harding es un estadounidense de Seattle de 31 años. Un buen día decidió abandonar su trabajo como programador de videojuegos en Brisbane (Australia) y gastarse todo el dinero que había ganado en dar la vuelta al mundo. En el camino conoció a un compañero de viaje con el que hacía un baile apto para patosos. Este amigo le sugirió que grabara su baile. Y eso fue lo que hizo. Matt decidió inmortalizarse con su cámara de vídeo haciendo su peculiar baile delante de los monumentos que fue visitando. Cuando llegó a su casa montó el vídeo y lo colgó en Internet. El resultado fue un éxito arrollador. Miles de personas se metieron en Youtube para ver el extravagante contoneo de sus caderas.

Ante la excepcional acogida de la 'película' los responsables de la empresa de chicles Stridegum, perteneciente a la multinacional Cadbury, vieron en esto un filón. Se pusieron en contacto con Matt y le hicieron una propuesta, financiarle una segunda vuelta al mundo a cambio de que su logotipo apareciera en el vídeo. Matt aceptó enseguida. El resultado: 39 países visitados y un segundo 'filme' en Internet que cada día ven cientos de miles de personas (y que también ven el 'logo' de Stridegum).

"Con este baile sólo pretendía pasármelo bien, y colgar un vídeo con el que cualquiera pudiera reírse y pasar un buen rato. No hay ningún mensaje profundo en todo esto, no pretendo nada con ello", dice Matt, que durante sus viajes ha vivido innumerables aventuras. En Grecia fue detenido por bailar delante del Partenón, los griegos lo consideraron una afrenta religiosa y a Harding no se le ocurrió otra cosa que preguntar cuándo fue el último sacrificio que le hicieron a la diosa Afrodita. Gracias a su impertinente pregunta tuvo que pasar una noche en la comisaría de Atenas.

Sin tener que pasar más noches a la sombra, Matt también ha bailado en la Antártida, en Machu Picchu, en Bolivia, frente a las pirámides de Egipto y en varios desiertos africanos. El baile más complicado lo hizo en Noruega, donde movió el esqueleto sobre una roca situada en un desfiladero en el que había más de 1000 metros de caída.

Ahora Matt ha conseguido dinero para hacer un tercer viaje alrededor del mundo, también de la mano de Stridegum. Visitará los cinco continentes y su periplo le llevará por 45 países. Lo que busca en esta ocasión es conseguir que la gente baile con él, cuanta más gente mejor. En el vídeo anterior lo importante eran los lugares. En esta nueva 'película' lo importante son las personas que bailan junto a Matt.

Próximos destinos
El estadounidense tiene seguidores en todo el mundo. Y esa ola de devoción llega hasta España. El pasado sábado estuvo en Madrid, donde 180 personas se congregaron en la Plaza Mayor para bailar con él. No importó ni la hora (las 15.00 del mediodía), ni el calor. Lo verdaderamente importante para sus fans españoles era estar con él y apoyarle. Ahora Matt está camino de París, y sus próximas citas son Bruselas y Múnich.

A partir de ahí, no sabe exactamente cuál es el orden de los próximos países que visitará. Lo que tiene claro es que esta tercera 'gira' terminará en el mes de abril de 2008, en Asia. Y dos meses más tarde, el 21 de junio de 2008, se publicará el nuevo vídeo. Cuando termine su tercera vuelta al mundo Harding no sabe qué es lo que va a hacer. Le quedan muchas horas de vuelo por delante, por eso, de momento, no se ha planteado nuevos objetivos.

¿Y su familia qué piensa de todo esto? Al principio no lo entendían, se quedaron con la boca abierta ante lo que consideraban una idea descabellada. Su madre temía que la gente se riera de él. Su novia, sin embargo, le apoyó desde el principio, acompañándole a los lugares más insólitos, cámara al hombro, para grabar los vídeos.

Y para que sus familiares y amigos supieran siempre en qué rincón del mundo se encontraba, Harding creó una página web: www.wherethehellismatt.com. Allí deja constancia de las jornadas de sus viajes, hay un mapa en el que se le puede tener localizado, se pueden ver sus 'películas', e incluso, se puede contactar con él.

Matt asegura que ha aprendido mucho gracias a estos viajes: "He conseguido abrirme mucho más a las personas y he aprendido a conocerme mejor a mí mismo". Este Quijote del siglo XXI, que no teme a gigantes, ni a molinos, cree que en Estados Unidos la gente tiene miedo de salir al exterior. "Hay una ola de conservadurismo y un sentimiento de que viajar es peligroso. Yo estoy descubriendo que todo eso es falso, son prejuicios infundados. En mi país muchas personas creen que los extranjeros odian a los norteamericanos, pero yo compruebo cada día que eso es mentira", explica Matt.

Cuando deje sus maletas en casa, y se sacuda el polvo del camino, este estadounidense escribirá un libro en el que recogerá todas sus experiencias. Habrá que ver si consigue alcanzar el mismo éxito que con sus vídeos. De momento, lo que está claro es que Matt ya ha cumplido sus sueños.