martes, abril 14, 2009


LOS PERROS
El pasado viernes, mientras esperaba para repostar gasolina, en el surtidor de al lado el conductor fue a pagar el combustible y los dos perros que iban en la parte de atrás saltaron hasta la ventanilla delantera para ver a donde iba su dueño y no abandonaron la postura que podéis ver en la foto hasta que este no regresó de nuevo al vehículo. Esto me hizo preguntarme que nos lleva a tener mascotas (perros, gatos, pericos, hamsters, tortugas u otros aún más exóticos) y a tratarlas en ocasiones como si fueran humanos.
¿Por qué nos compramos un animal de compañía, o lo sacamos de la perrera o (como en el caso de un periquito que tuve) lo cogemos de la calle, nos lo llevamos a nuestra casa y les otorgamos un estatus de acompañante durante los x años que vive, gastándonos ingentes sumas de dinero y tiempo en su manutención, cuidado, paseo, etc.… sin esperar, la mayoría de las veces nada a cambio por parte del animal?

Pienso que los animales de compañía nos dan principalmente eso, compañía. Desinteresada, recíproca e inasequible al desaliento, que la mayoría de las veces no encontramos en las relaciones humanas, que son tremendamente complejas y regidas por estrictos códigos y contrapartidas. Ellos, los animales, solo piden comida, agua, cobijo y esporádicamente alguna muestra de cariño y a cambio ofrecen la sensación de sentirnos poderosos, dueños y señores de sus vidas, responsables de sus actos. Nos vemos en su espejo siempre mejores personas de lo que en realidad somos y nos reconforta volcar en ellos cariños que quizá por vergüenza o protocolo, no volcaríamos en las personas, por que las cosas que a veces se le dicen a las mascotas nos sonrojarían si se las dijéramos a nuestro cónyuge, a nuestros hijos (excepto si estos aún son bebes, que también les decimos cada cosa) o a nuestros amigos.

Curioso mundo este de las personas y sus mascotas.