LA VIEJA MALETA

La encontré al lado de un contenedor de basura en Valencia
y no pude resistir la tentación de llevármela a casa. Habíamos
ido a la capital valenciana a ver una obra de teatro y de paso dar
una vuelta por la ciudad y al pasar por una calle cercana al antiguo
cauce del Turia allí estaba, como si me esperara, resistiéndose a acabar
en un vertedero, con todas esas pegatinas antiguas de hoteles que posiblemente
ya no existían como señales que me decían ¡eh, estoy aquí!. Llevaba un
porta etiquetas con la tarjeta de su dueño. Se llamaba Carlos Rieta Sister.
Buscando en Internet encontré a un Joaquín con los mismos apellidos que había sido un conocido arquitecto de la ciudad, así que supuse que debía de ser su hermano pero no pude hallar nada más. De todas formas lo mejor es imaginar todos los viajes y aventuras que habrá pasado esta maleta. Todos los sitios que habrá conocido a lo largo de los años. Los trenes, aviones y barcos en que habrá ido antes de acabar en mis manos. Al abrirla, un aroma añejo de años y lugares se me coló en la memoria y me llenó de añoranza por un pasado que ni siquiera había conocido.