viernes, mayo 18, 2007

LOS OJOS DEL PASADO
¿Puede un rostro anónimo del pasado transcender hasta el presente e interrogarnos sobre cuestiones que solo podemos imaginar?
Me hice esa pregunta cuando, navegando por una página de fotos antiguas de diversos países de Europa me topé con la imagen que encabeza esta entrada.
Era la foto de una mujer joven, casi una niña que tímidamente posaba ante un anónimo fotógrafo para inmortalizar su rostro. Nada diferente de otros cientos, quizá miles de retratos que se han hecho en el mundo. Pero fueron sus ojos, esos enormes ojos claros los que llamaron mi atención. Esos ojos llenos de una enorme tristeza parecían reclamar mi interés como inquiriendo, como diciendo,¿por qué esta tristeza. Que dolor de mi corazón hace aflorar esta melancolía a mis ojos?
Tal vez y, pensando en la época de la imagen, fuera esta una foto de pedida. Una imagen requerida por los padres para enviar a un posible pretendiente(tal vez un maduro y obeso comerciante adinerado) para fijar una boda en la que la joven muchacha no tuviera ni voz ni voto, y que ella, platónicamente enamorada de un muchacho del vecindario viera como un destino inapelable al que no podía oponerse.
Quizá fuera tal vez la foto para el expediente de entrada en una academia de institutrices, donde debería dejar de lado los sentimientos mundanos para servir al desasnamiento de los cachorros de las clases más pudientes y arrastrar una vida de soltería y soledad.
A lo mejor, divago en exceso y tan solo era el miedo de enfrentarse por primera vez a una cámara fotográfica y en realidad fue una mujer feliz que se casó con el amor de su infancia y tuvo una vida larga y plena y yo le doy demasiada importancia a una simple mirada que me capturó desde el momento en que la vi,atravesando el espacio y el tiempo que nos separaba.