EL INGENIO HUMANO

Hace un tiempo descubrí una página llamada acercando el mundo, en la que Eneko y Miyuki (un vasco y una brasileña de padres japoneses) recorren en un tándem de sur a norte el continente americano estudiando las distintas gastronomías de tan vasto y variado territorio. Volcado principalmente en la gastronomía, su página ha ido creciendo con otros interesantes apartados y en el de curiosidades me ha llamado la atención el artilugio que se puede ver en la foto de arriba.
Se trata de una varilla de acero curvada en la punta y sujeta al manillar de una moto. Ustedes se preguntarán, ¿que tiene de original e ingenioso ese trozo de alambre?
Lo mismo me pregunté yo al ver la foto hasta que leí la explicación.
Muchas motos brasileñas, especialmente del nordeste y norte del país, tienen un extraño elemento que llama la atención, un alambre que desde el manillar se dirige hacia arriba y acaba en un gancho. ¿La antena de la radio?, ¿un pararrayos? No, pero tampoco menos extraño, se trata de un protector contra hilos de cometa.
Resulta que en Brasil los niños y muchachos tienen mucha afición por este entretenimiento e inventaron una competición que consiste en cortar con el propio, los hilos de otras cometas. Para ello pulverizan cristal y lo pegan al hilo convirtiéndolo en una línea cortante que puede ser muy peligrosa, especialmente para el cuello de los motoristas que circulan por las calles a buena velocidad. Los accidentes han sido muy numerosos y los más precavidos han optado por protegerse con este gancho metálico.
El dueño de esta motocicleta nos cuenta que este simple mecanismo le ha salvado en dos ocasiones.
Sencillo y eficaz a la vez que barato. Hay que ver lo que hacemos los mecánicos