jueves, septiembre 27, 2007

somewhere over the rainbow what a wonderfull world

Israel Ka‘ano‘i Kamakawiwo‘ole nació en 1959 en la isla Oahu. Fue criado en la comunidad Kaimuki en las afueras de Waikīkī donde sus padres vivían. A los 11 años empezó a tocar instrumentos musicales junto con su hermano mayor Skippy.
Durante su adolescencia, su familia se mudó a Makaha. Allí conoció a Louis "Moon" Kauakahi, Sam Gray y Jerome Koko quienes junto con su hermano Skippy formaron el grupo Hijos Makaha de Ni’ihau. Poco a poco desde 1976 y a lo largo de los 80, el grupo fue ganando popularidad en Hawái y en el resto de los Estados Unidos.
En 1982 Skippy Kamakawiwo‘ole, hermano de Iz, falleció de un ataque cardíaco. Ese mismo año Iz se casó con su novia de la adolescencia Marlene y al poco tiempo tuvieron una hija a quien llamaron Ceslieanne "Wehi."
En 1990, Iz lanzó su primer álbum como solista Ka'ano'i el cual le valió para ganar varios premios en Hawái. Facing Future fue lanzado en 1993, siendo generalmente considerado como su mejor trabajo. Facing Future (1993) debutó en el puesto #25 en la lista de la revista Billboard. Alone In IZ World, (2001) debutó de #1 en la lista mundial de Billboard y en #15 en la lista de ventas "Internet Album Sales". El álbum incluye además de "Somewhere Over the Rainbow/What a Wonderful World", su canción más popular, "Hawai‘i 78," "White Sandy Beach of Hawai‘i," "Maui Hawaiian Sup'pa Man," y "Kaulana Kawaihae".
En 1994 Iz fue escogido como la figura del espectáculo del año en Hawái de acuerdo con la HARA (Hawaii Academy of Recording Arts).
Al avanzar su carrera, Iz se fue caracterizando por promover los valores y la cultura de Hawái, así como el movimiento independentista, a través de sus canciones (la letra de sus canciones a menudo abordaban el tema de la independencia abiertamente). Sus canciones se utilizan actualmente en series de televisión y películas como por ejemplo, en Argentina en Alma Pirata.
En 1997, Iz fue honrado por la Hawaii Academy of Recording Arts en la ceremonia anual de los premios Na Hoku Hanohano en cuatro de las más importantes categorías, entre ellas mejor cantante y mejor álbum. Iz no pudo asistir a la ceremonia y vio el evento desde su habitación en el hospital.
Durante la mayor parte de su vida adulta Iz fue obeso llegando a pesar 340 kg. Fue hospitalizado en numerosas ocasiones, y murió afectado de problemas respiratorios derivados de su enorme peso el 26 de junio de 1997 a los 38 años de edad. Su cuerpo fue velado en el edificio del Capitolio en Honolulu, con la bandera a media asta en los edificios estatales. Luego de cremado las cenizas de Iz fueron esparcidas en el océano frente a la playa de Makua.
Iz se distinguía por pertenecer a una, cada vez menor minoría, que sólo tienen antecesores con pura sangre hawaiana nativa. Iz es recordado por su carácter siempre alegre y positivo, y por su amor a la tierra y al pueblo hawaiano.

domingo, septiembre 23, 2007

EL CHOCOLATE DEL LORO

La ayuda de 2.500 euros para los padres de niños nacidos este año ya está en los presupuestos. Si se paga a partir del anuncio de Zapatero en el Congreso, desde el 3 de julio, costará 1.200 millones de euros. Si se amplía a enero, saldrá por 600 millones más.
El plan para el alquiler que ha anunciado Carme Chacón esta semana, esa subvención que permitirá a miles de jóvenes irse de casa, está presupuestada en 784 millones de euros.
El coste anual de ampliar la cobertura sanitaria pública para que el dentista esté al alcance de todos los niños es de unos 400 millones de euros. El ministro Bernat Soria está estudiando mejorar la propuesta para que también ampare a los ancianos, embarazadas y discapacitados. En cualquier caso, no superará los 1.000 millones de euros.
La nueva rebaja fiscal que anuncio el Gobierno nos ahorrará este año 2.300 millones en la declaración de la renta. El fondo de la Seguridad Social crecerá en 6.000 millones de euros. Es la garantía de las pensiones.
¿Mucho dinero? Depende. También invertimos 10.795 millones de euros en 87 nuevos aviones de combate. Es curioso: de ese gasto no se ha quejado nadie.
Fuente: Escolar.net

EL ECO III
Carmeta “la moñica” y Quito “Cofins” se conocían desde niños. Jugando en la glorieta se habían hecho mozos y en la feria de mil ochocientos noventa y ocho en que ella estrenó su primer vestido de mujer y él lucía un fino bigote como una hilera de hormigas, se hicieron novios. Formaban una curiosa pareja. Él, alto y enjuto con unos huesos que parecían demasiado grandes para la envoltura, moreno de piel y pelo pero con unos ojos increíblemente azules que llamaban la atención. Ella, pequeña y generosa de formas, su rostro conservaba los rasgos de la niñez y le daba el aspecto de una muñeca cuando en alguna fiesta o en los carnavales se pintaba los labios de carmín. Al año de mirarse de reojo en misa los domingos y mandarse sonrisas y guiños al cruzarse por las tardes en el paseo, Quito se armó de valor y un sábado por la tarde fue a casa de Carmeta a pedirla a sus padres en matrimonio con una seriedad inusual en alguien con tan solo diecisiete años. Llevaban dos años de festéo formal en los que Quito merced a su oficio de albañil iba levantando una casita en un terreno que le había dado su padre detrás de la suya propia, cuando en la procesión del Corpus Tonico “Cadires” puso sus ojos en Carmeta. Caminaba ella detrás de la custodia con otras muchachas prontas a casarse cubiertas con un velo blanco y portando en las manos un cirio encendido. Entonaban el ”Agnus Dei” cuando al pasar por delante del casino, aquel tarambana que salía con dos copas de más en el cuerpo y diez duros de menos en el bolsillo vio el rostro de la joven iluminado por la tenue luz de las velas y se le antojó un ángel venido del cielo. Desde aquel momento, un turbión de malos deseos se le metió en aquella cabeza y se juró allí mismo no cejar hasta hacer suya aquella virginidad angelical.

Sabía que si contaba la verdad no me dejarían salir de la casa, a muchos mayores no les gustaba nada aquel juego aunque la mayoría lo hubiera practicado en la infancia. Incluso algunos decían que aquello eran “coses del dimoni” y que años atrás un niño se murió de miedo al día siguiente de haber llamado a la torre. Pero no existía acicate mayor a los siete años que tentar lo prohibido, caminar por la fina raya que separaba aquello que se “podía” de aquello que no se “debía”, esquivar aunque fuera brevemente lo establecido, sentir en la sangre ese leve cosquilleo de lo ilícito y creerse por un tiempo dueño de sus actos. Así, aquella tarde con la excusa de ir a jugar a la fuente del Ayuntamiento, coartada perfecta para retrasar la vuelta a casa, preparamos a conciencia el plan a seguir. Se decidió que yo como forastero debía ser el primero en golpear la puerta ya que según decían, todos los demás ya lo habían hecho. Luego, los que quisieran repetir se jugarían a “xafegar” el turno que ocuparían en el juego. Pasamos la tarde corriendo alrededor de la fuente y subiendo y bajando las”escaletes de la torre” practicando para ponernos en forma. Poco a poco fue cayendo el sol tras la sierra del Carche y la penumbra comenzó a cubrir las calles, vimos por el paseo subir al tío casero y encenderse las primeras bombillas, la gente empezaba a retirarse para cenar y yo, sentía cada vez más como un nudo de temor me iba subiendo del estomago, haciendo palpitar mi corazón y mis sienes con fuerza inusitada. Por fin llegó el momento tan temido, la hora de los héroes, el tiempo de demostrar ante mis nuevos amigos que un forastero capitalino no se echaba atrás frente al miedo. Partimos en grave comitiva rumbo a la torre y yo cada vez sentía menos las piernas, era como si fueran haciéndose de corcho desde los tobillos hacia la cintura, el corazón se me aceleraba por momentos. Cuando llegamos al primer rellano todos se pararon, “Carambolo” me preguntó si me acordaba de la frase, a duras penas le dije que si, me desearon suerte y me animaron con palmadas en la espalda, me volví y miré hacia arriba, la torre se me antojó gigantesca y siniestra, aquel edificio que durante el día era un esbelto y sobrio campanar ahora, en la oscuridad de la noche se cernía sobre mí como un cíclope dispuesto a devorarme. A cada escalón que subía parecía que el siguiente peldaño se hiciera mas alto y el siguiente más y más.... Notaba el pulso de la sangre en las sienes, la boca se me secaba y mi lengua era como una bola de estopa, el sudor comenzaba a perlarme la frente. Me detuve por fin ante la puerta, miré hacia atrás, los amigos me animaban desde abajo, tome aire profundamente, tragué la poca saliva que me quedaba y levantando la voz todo lo que el pánico me dejaba dije las palabras. -Kikiriki, kikiriki, que vinga la mort i vinga per mí-. Alcé el brazo y aporreé la puerta como si en ello me fuera la poca vida que en ese momento sentía que me quedaba. POM, POM, POM, apretando los dientes y reprimiendo a duras penas las terribles ganas que tenía de salir corriendo y no parar hasta meterme debajo de mi cama. Aquel segundo escaso que según todos tardaba en oírse el eco se me antojó mas largo que la propia eternidad, pero por fin lo oí. Graves, firmes y a la vez lejanos como los truenos de una tormenta que se acerca inexorablemente sonaron uno tras otro. BROUMMM, BROUMMM, BROUMMM. Fue como si una cinta negra me tapara los ojos, toda la sangre se me subió a la cabeza, el corazón pugnaba por salir de mi cuerpo bien por el pecho o por la boca, los oídos me zumbaban como un millón de avispas, creo que grité, di media vuelta y baje los escalones de cinco en cinco, crucé por delante de todos sin detenerme y continué bajando hasta llegar a la fuente del Ayuntamiento y allí entre ahogos, arcadas y temblores me oriné encima.

lunes, septiembre 10, 2007

RECORDAR LA TIERRA PROMETIDA
Cabe preguntarse que estará pasando por la cabeza de este inmigrante recien arribado a la costa española y conocedor de que será devuelto a su tierra en breves horas, mientras fotografía algo que no podemos ver pero que podemos suponer será la ciudad a la que ha llegado.
Tal vez quiera demostrar a sus amigos que estuvo a punto de conseguirlo, puede que trate de atrapar el instante del paraiso que tiene casi al alcance de la mano o quizá de regreso a su casa, en las noches tediosas del otoño, mientras trapichea en diversas cosas para lograr el dinero que le permita intentarlo de nuevo, tumbado en su cama mire la imagen de la tierra prometida que tuvo tan cerca y sueñe...
Fuente y foto: "El País"

viernes, septiembre 07, 2007


QUIEN LO DIRÍA
Una noche de Septiembre inicié timidamente algo que deseaba hacer tiempo atras. Creaba este blog para dar rienda suelta a mis inquietudes y para tratar de expresar mis ilusiones y preocupaciones sobre lo que acontecía a mi alrededor.
Hoy hace exactamente un año que el tragón volador comenzó su andadura en la red y debo decir con sinceridad que solo me ha dado alegrias. He encontrado un mundo de gente extraordinaria. Amigos que me han abierto sus brazos y con los que he descubierto cosas y casos apasionantes. Que me han brindado su amistad y apoyo y a los que me siento agradecido.
Hoy puedo decir que soy un poco más sábio gracias a todos aquellos que en algún momento entraron aquí y que me han hecho descubrir que no estoy solo en esta pequeña bolita que gira alrededor del sol.
Gracias a todos los que habeis seguido el trayecto de este tragón que gracias a vosotros a volado más alto de lo que nunca soñó y espero seguir con vosotros durante unos cuantos años más.
Con todo mi afecto:
Alvarhillo.

domingo, septiembre 02, 2007

HAMBRE EN EL PAÍS DE LA CARNE.
Esta mañana mi hijo ha desayunado una rebanada de hogaza con aceite y miel, un vaso de leche con cacao y una pera. A media mañana seguramente se zampará un bocadillo, luego comerá un plato de caliente, hará merienda y por la noche cenará un plato de salchichas o croquetas con ensalada, fruta y algun lacteo tipo danonino.
Lo normal, dirán ustedes, en un niño de cuatro años que no para quieto en todo el día. Tal vez, pero esa normalidad a la que estamos tan mal acostumbrados en nuestro llamado primer mundo queda laminada cuando rascamos un poco ese barniz de prosperidad con que tratamos a veces de ocultar lo que ocurre en nuestros propios paises a poco que nos alejamos de nuestros propios ombligos.
Hoy me encuentro de nuevo con esta noticia que se repite cada x años y que no por conocida deja de ser tan sangrante como la primera vez que la leí.
En Argentina, el primer productor mundial de carne, un país con unos recursos naturales sin parangón, la gente muere de hambre. En regiones tan fertiles que crecería una silla si la plantaras, hay miles de personas desnutridas hasta la inanición. Niños a los que el vaso de leche aguada y el pequeño panecillo que les dan en la escuela constituirá lo único sólido que caiga en sus estómagos en todo el día.
En la norteña región de Chaco, el monocultivo extensivo de soja por su escasa necesidad de mano de obra, a condenado a la miseria a miles de indigenas que han tenido que emigrar del campo y pasar a engrosar el ya abarrotado cinturón de miseria que rodea la ciudad de Resistencia.
En Chaco hay entre 50.000 y 60.000 aborígenes. El 94% vive bajo el umbral de la indigencia y el 4% restante bajo el de pobreza. Ni un solo aborigen pertenece a la clase media.
Otro dato espeluznante. En el cinturón de pobreza de Resistencia al menos la mitad de la población no come, es decir que pasa auténtico hambre.
Ustedes, despues de leer esto se preguntarán, vale y que se puede hacer. Yo no lo sé muy bién pero por lo menos tratar de no olvidarlo. Yo escribo aquí para que otros lo lean y si acaso abrir un pequeño canal de debate. Piensen en ello y cuando vean a sus hijos comer lo que un niño necesita para correr, saltar, estudiar y hacer una vida normal, recuerden que no muy lejos, otros niños se duermen de hambre sobre el pupitre de la escuela.
Fuente "El País"